Ha sido mi cuarta participación, y una vez mas ha sido un reguero de sentimientos encontrados unas veces y dispersos en otras, pero todos ellos son los que me hacen volver a Cabezon de la Sal año tras año.
Es difícil plasmar en letras lo que uno allí vive y el ambiente que se disfruta. Cada vez estoy más convencido de que lo mejor es plantarte allí en la salida he intentar completar el recorrido integro para poder experimentar esa riada de emociones que se viven en el soplao.
Lo mejor sin duda es el ambiente, al que contribuimos participantes, acompañantes , miembros de la organización y curiosos que se acercan a ver pasar a los esforzados ciclistas sudorosos y con aspecto cochambroso.
Es digno de ver como toda una comarca Cántabra se moviliza para dar sentido un año más a toda esa masa multicolor que atraviesa caminos y corona los montes de tan preciosos paisajes.
Todo esto y más lo podrá disfrutar todo aquel que se acerque a tan maravillosa región y se anime a desafiar al Soplao.
LA PRUEBA.
Al igual que otros años que me gusta explayarme en estos menesteres de las crónicas, he de decir que en esta ocasión el tiempo no ha sido mi aliado, por lo cual me veo obligado a abreviar. ( todo aquel que quiera saber algo mas, tendrá que darle a la platica conmigo, je je).
El viaje vino condicionado por la ausencia de Cristina, que por razones electorales no pudo acudir. Todo esto hizo que yo no estuviera centrado al cien por cien, ya que llevavamos planeando este fin de semana desde meses atrás. Así que este año no habría coche de apoyo, por lo cual hubo que cargar con todo lo necesario a cuestas.
El día respecto a lo climatológico fue espectacular.Hizo un día típicamente primaveral y solamente en un rato corto del día nos visito la lluvia, que en cierta manera hasta se agradeció.
Al igual que en años anteriores, mi fiel acompañante Javi estuvo allí conmigo. También se acercaron Juan H ( distrito 18), Joaquin y Carlos( los Jodar Brothers). Cada uno tuvo su particular vía crucis y cada uno al final sacó su propia conclusión del evento.Lo que si que esta claro es que la buena compañía hace que los malos ratos sean mas amenos y los buenos ratos sean aún mejores.
En lo físico, pues que decir.Ha sido el año ( exceptuando el primero) que menos me he preparado. Me he tomado el año con calma y disfrutando más de los momentos que ya el año pasado no tuve. Y cual sorpresa ha sido la mía, que ha sido el año que menos he tardado en concluir la prueba. Esto me anima a seguir así en años venideros, por que, de lo que si que he dado cuenta, es que no he acabado tan saturado y a la vez he disfrutado más de la bicicleta.
Durante tantas horas a uno le da tiempo a pasar por muchos estados de animo.Yo en esta ocasión he tenido un día bastante bueno en general. No quita que haya pasado por estados de fatiga y pajaras , pero todo esto es lo normal cuando uno pasa tantas horas al limite de sus fuerzas. Quizá me falló la cabeza en la ultima subida al Moral, que unido a la fatiga hizo que la marcha se ralentizara un buen rato. Este estado duró lo justo para que mi cabeza se amueblara otra vez e invitara a mis maltrechas piernas a pedalear otra vez.
Por lo demás, bastante entero.Las primeras subidas regulando y ahorrando energías.Ya en el Moral vinieron los fantasmas de años pasados.Fantasmas que se disiparon por los montes Cantabros, ya que fue la mejor subida hasta la fecha que yo he hecho de tan fatigante monte.
En la Cruz de Fuentes, el cansancio hizo su primera aparición y consiguió que echara pie a tierra para tomarme un descanso y seguir la marcha.
A continuación de La Cruz de Fuentes, nos adentramos en el tramo nuevo que este año la organización había decidido incluir. Tramo que evitaba el asfalto de años anteriores, pero a su vez incluía más dureza al recorrido, consiguiendo tal vez añadir un puerto más a la marcha. También hay que decir que el tamo nuevo es más bonito y a su vez más peligroso en la bajada. Veremos en otros años con la climatología adversa.
Y en la ultima subida al Moral ya he contado como sucedió, pero al final me recupere y acabe bastante entero.
La entrada a Cabezon de la Sal ha sido la más expectacular de todas. Muchisima gente aplaudiendo,esperando a sus acompañantes, lo que hace que todos los males pasados se esfumen en un momento para solamente quedarte con los buenos momentos.
Días antes de ir al soplao pensaba que tal vez seria mi ultima aparición por Cantabria. Mi cabeza me decía que tal vez era mucho el sacrificio para llegar hasta allí y el corazón me decía que había que seguir yendo por que aun me seguía emocionando.
Una vez acabado, con la cabeza fría me he dado cuenta que tampoco hace falta un sacrificio extremo para ir al soplao y que se puede compaginar el entreno con la familia, lo cual me congratula.
Y en cuanto al plano emocional, si que tengo que decir que la euforia ha bajado, pero que sigue en mi ese espíritu del soplao que tantos y tantos pensamientos han ocupado mi cabeza...............
El año que viene ya veremos.
Las fotos del dia
